Hola chicos ¿me recordáis? soy la Dolores aquella del look casual que se fue a la gran manzana a hacer punto y en vista de mi gran éxito he encontrado mi destino profesional, ahora soy “Organizadora de Eventos”, mi agencia se llama LOLA y quiero compartir con vosotros mi primera experiencia profesional, ha sido una boda de una compañera que estudio conmigo en las “Irlandesas”, colegio “LOW COST” pero con pelito. Os pongo en antecedente.
Os juro que de toda la boda soy yo la responsable, menos de los atuendos de los contrayentes que como son muy suyos, sobre todo el novio, que es “catalán” me dijo que su traje era regalo de su padre y... haí como ustedes comprenderán una organizadora tiene que respetar la intimidad de los contrayentes. Ellos querían una boda rustica-campestre en Cadaques con cien invitados.
A partir de hay todo fue “coser y cantar”, a través de internet, guasasp, correos electrónicos, tres días antes del enlace me traslade al lugar del evento acompañada por mi amigo Henry, un escocés que imaginó que el viaje era de placer y lleno la maletas de condones olvidándose las prendas textiles, que yo solucione de inmediato como buena organizadora, le prepare para la ceremonia un look casual serio, acorde con su procedencia y con mi falda escocesa (Aquella de las Irlandesas) una camisa blanca que me presto un camarero amable y unas alpargatas de tirolés que se trajo de recuerdos de un viaje por Austria, para que la falda no se levantara con el viento de tramontana conseguimos una limosnera franciscana llenándola de piedrecitas del camino que nos conducía hacia la masía donde se realizaría la boda.
Un jardín otoñal nos dio la bienvenida, empezaban a prepararlo
para la ceremonia, os cuento. Ceremonia, el altar hecho con un pesebre eso si
pulido, barnizado con centros de petunias blancas y rosas pastel en las
esquinas, tapete rústicos bordados con finos hilos de plata, los asientos de
los invitados eran alpacas cubiertas con sábanas, sobre ellas a los lados unos
canastitos Cántabros llenos de flores secas para tirárselos a los novios una
vez finalizada la ceremonia. El banquete lo tenía previsto también al aire
libre, pero una vez consultado la meteorología prepare un molino contiguo a la
masía por si se presentaba sin invitación el viento de tramontana.
La novia de puro sencillo, se pasó, eligió para la ocasión un
vestido en crepe de seda anudada a la cintura con un moño
Italiano, seguro que recién "alevanta" esta más sexi que
con el look elegido, el peinado nada original y totalmente desenfadado, trenza
lateral anudada con hilos da plata. “mi madre diría al verla esta niña no se ha
podido peinar antes de la boda".
Eso sí, llevaba unas pendiente que perdonaba todo el estilismo anterior,
regalo de una de sus abuelas, eran de brillantes engarzando dos esmeraldas, fantásticos...zapatos
de salón blanco, ramo de flores con peonias blancas y rosas, con algunas
violetas.
El novio de lo más alternativo.....Qué bonito el novio, no va
bonito "ni na".
Traje típico de Cataluña regalo de su padre, no me negareis que no
es original....y....qué bonito va el novio.....no va bonito "ni na"
El cortejo lo iniciaba un tambor Aragones, seguidos por dos niños monísimos
hijos de los novios que portaban ramas de olivos, donde tenían enlazadas las
alianzas con lazos de hilos de plata.
Le seguían los novios, cogidos de la manos, porque después de diez
años juntos ellos solos
Sabían llegar al pesebre, reciclado en mesa de ceremonia.
Los recibió una concejala amiga suya, que de su estilo es mejor pasar,
no sé si en la cabeza llevaba una maceta con la flor de pascua seca o era un árbol
de navidad enano para ahorrar, todo rojo y brillante, con el sol del mediodía a
más de uno nos dejó "escandilao".
En honor a la novia que es sevillana, me traje a un primo mío que
canta en un coro rociero para que le cantara la salve, el momento, quedo muy
emotivo.
Una vez finalizada la ceremonia nos trasladamos a la carpa que
imitaba por dentro una caseta de feria....gambas, tortillas de patatas, jamón
de la sierra de Huelva, fino cerveza "arrebujito" fue el ágape
inicial
Para trasladarnos más tarde para el almuerzo al molino de la masía,
las mesas las decore un tanto caprichosas, pero originales, centro de corchos,
con dibujos de las ciudades donde habían vividos, jarros de cristal con flores campestres,
que costaron solos reciclarlos e ilusionaron mucho.
El buffet de postres me lo organizó Alfonso, con más de diez
tartas diferente, que se las comieron todas no dejaron ni un"
cachito".
Los novios a media tarde se retiraron para el reportaje de fotos,
en aquel magnifico paisaje lleno de acantilados.
La música para el banquete, estaba amenizada por grupo de la filarmónica
del pueblo de mi amiga Magda
Que por un finde todo gratis, tocan lo que sea, y...así fue hasta
altas horas de la madrugada, vals, salsa, merenge, sevillanas y la vaca
lechera en honor a los invitados infantiles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario